LAS TICS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
La inmersión y dependencia total de las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación del sistema educativo, ha
sido, más que una medida de urgencia, un proyecto nunca antes implementado a
nivel país, ni mundial, un paso ciego
obligado, asentado en un sistema educativo las veces, con docentes reacios a la
implementación tecnológica y a la migración de soportes; de la pizarra a la
pantalla, del papel físico al digital; aunque, si bien, los contenidos son
desarrollados, salvo casos puntuales, de manera remota, en el caso de la EEB,
son varios los docentes que aún exigen a sus alumnos realizar tareas en formato
físico antes de la digitalización.
En
el caso de la Educación Superior, y considerando la mayor afinidad del
estudiantado a la tecnología con fines formativos, la inmersión total en este
entorno, fue mejor recibida, con docentes mejor adaptados a los medios
informáticos, hasta en casos especializados en el uso de las mismas. A lo que
habrá que sumar la semivirtualidad de cursos, al menos en lo concerniente a la
Universidad Nacional de Asunción; y en casos virtualidad, como el caso
visionario y hasta aislado de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales (FACEN), que desde inicios del año 2010 ha creado el Departamento
de Educación a Distancia, con el objetivo de planificar, organizar, diseñar,
implementar y supervisar los proyectos educativos en la modalidad a distancia o
semi-presencial, como así también los relativos a la incorporación de las
nuevas tecnologías en las prácticas docentes. De igual manera, todos los
estratos educativos debieron romper a la tradicionalidad del aula, del espacio
físico y la convivencia física, a interactuar desde improvisados rincones, y
representarse en triángulos, la mayor parte del tiempo silenciados y bloqueados
a visualización; adaptándonos a aplicaciones y software para videoconferencias,
edición de videos, de audio, para la creación de mapas conceptuales; y a la
suerte y confianza de funcionabilidad de las redes de internet.
A poco más de un año
de la implementación de esta forma de enseñanza, además de reinventarse, se ha
puesto de manifiesto sin número de falencias en el sistema educativo en todos
los niveles, desde lo concerniente a la estructura necesaria para su
funcionamiento correcto, a los recursos humanos encargados de mantener la
educación. Se ha sometido a evaluación pedagogías de enseñanza, capacidades
sociales, psicológicas, y hasta cognitivas.
Aunque de a poco, a nivel
mundial y país, se está volviendo a las clases presenciales, a la “normalidad”,
todo lo vivido, sufrido, y experimentado, la, en cierta forma, metamorfosis del
sistema educativo, ha de ser un cambio permanente dentro de las instituciones,
organizaciones, y no solamente educativas.
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